Especialistas y representantes de las consejerías de salud autonómicas han coincidido en la importancia de poner el foco en las necesidades del paciente crónico, en la coordinación de estrategias entre los distintos sistemas de salud que coexisten en España y que «funcionan a velocidades diferentes», y en las posibilidades que ofrece la tecnología.
Así se han pronunciado en el marco de la jornada ‘Flashes sobre el impacto de la pandemia en el paciente crónico. La importancia de la tecnología sanitaria’, organizada por el Institute for Healthcare Management de EsadeGov y Fundación Signo, y patrocinada por Abbott.
Para ello, las Unidades de Continuidad Asistencial han demostrado ser una herramienta efectiva que permite coordinar a los equipos de atención primaria y hospitalaria. «A estas unidades recurren los profesionales de Atención Primaria cuando tienen casos de descompensaciones del paciente crónico complejo y/o precisan recursos hospitalarios», ha afirmado Begoña Fernández, directora general de Cuidados y Calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Además, destaca que en estas unidades la figura del enfermero de enlace y trabajador social son «fundamentales», ya que muchas de las descompensaciones que sufren los pacientes crónicos complejos se deben a necesidades de cuidados y servicios sociales.
En esta misma línea, Jorge Navarro, del Grupo de Trabajo en Diabetes de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), señala que «la pandemia ha supuesto una interrupción del seguimiento de los pacientes con patologías crónicas, pero los retos ya estaban allí». Así, recuerda que «el creciente envejecimiento y la zona de residencia son dos condicionantes que determinan la calidad del seguimiento y de la atención sanitaria, observando un alto impacto de los componentes sociales». Los programas de cribado automatizados, la estratificación de la población en grupos de riesgo y la vigilancia digital «pueden contribuir a que nadie sea olvidado por el sistema y podamos desarrollar una visión heterogénea de las patologías crónicas», defiende el especialista.
Por otro lado, Eugenia Carandell, directora de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de las Illes Balears (IBSalut), señala las diferencias en el control de la patología crónica durante la pandemia. «Las que requieren mayor dificultad diagnóstica o necesitan la presencialidad para su diagnóstico han sido las grandes perdedoras de la pandemia, como el asma o la EPOC. Por el contrario, otras patologías como la diabetes o la hipercolesterolemia, al requerir solamente una analítica para su diagnóstico, han recuperado los diagnósticos esperados con respecto a los reales», ha resumido.
MEJORAR LA PREVENCIÓN MEDIANTE PLANES INTEGRALES Asimismo, se ha puesto de manifiesto la necesidad de corregir el impacto que la Covid-19 ha tenido en el seguimiento y resultados en salud de los pacientes con patologías crónicas, tanto en la actualidad como en el futuro. «Por ejemplo, aún no hemos conseguido reducir los ingresos hospitalarios por complicaciones agudas de la diabetes hasta los niveles previos a la pandemia. Por tanto, un objetivo primordial es recaptar y retomar el control de las personas con patologías crónicas y especialmente en diabetes», añade Mª Asunción Martínez Brocca, directora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía.
LA TECNOLOGÍA SANITARIA, UNA ALIADA PARA LOS PACIENTES CRÓNICOS De forma paralela, Martínez Brocca subraya que «la pandemia de Covid-19 ha supuesto una oportunidad porque ha sido una herramienta transformadora, que ha impulsado la telemedicina, ha permitido reinventarse e imaginar otro futuro». En este sentido, Jorge Navarro defiende que «el sector salud es un entorno complejo al que hay que dar una visión lo más global posible, y las nubes de datos pueden servir para integrar las historias clínicas y tener una coordinación entre sistemas sanitarios».
Por tanto, la tecnología y la telemedicina se han posicionado como herramientas «fundamentales» para mantener el control de las patologías crónicas y la adherencia al tratamiento de los pacientes. Itziar Oyagüez, directora asociada en PORIB. Pharmacoeconomics & Outcomes Research Iberia, apunta que «la tecnología sanitaria puede dar un soporte muy importante al paciente crónico, ya que las patologías crónicas pueden suponer hasta un 75 por ciento del gasto sanitario».
Fuente: (EUROPA PRESS)
