La nueva gobernadora del estado norteamericano de Arizona, Katie Hobbs, ha anunciado la suspensión de todas las ejecuciones y la apertura de un proceso de revisión de los protocolos para aplicar la pena de muerte.
Esta revisión es consecuencia de una orden de Hobbs, quien firmó el viernes una orden ejecutiva por la que crea la figura de un comisario independiente que trabajará para «supervisar y dar transparencia al proceso de pena de muerte en Arizona». Hobbs tomó posesión el pasado 2 de enero y es la primera gobernadora demócrata de Arizona desde 2009.
«Es el momento de afrontar el hecho de que este sistema necesita una supervisión mejor en numerosos frentes, siempre con la colaboración del Departamento Correccional, de Rehabilitación y Recuperación que ahora dirijo», explicó Hobbs.
«Arizona tiene un historial ejecuciones mal realizadas que han resultado en un cuestionamiento de los protocolos de ejecución del Departamento y en una falta de transparencia», añadió.
La fiscal general estatal, Kris Mayes, recientemente electa por el Partido Demócrata, ha explicado que la moratoria afecta también a un asesino convicto que pidió ser ejecutado pero más tarde retiró la solicitud.
En estos momentos hay 110 presos en el corredor de la muerte. El año pasado fueron realizadas tres ejecuciones. La primera fue en mayo y se convirtió en la primera desde julio de 2014. El reo inspiró con gran dificultad en más de 600 ocasiones antes de morir. Las ejecuciones por inyección letal también han generado problemas por la falta de suministro.
El Centro de Información sobre la Pena de Muerte, un organismo no gubernamental con sede en Washington, informó de que el 35 por ciento de los intentos de ejecución del año pasado fueron «visiblemente problemáticos».
Fuente: (EUROPA PRESS)
