El Gobierno no considera que el auto emitido por el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, descuadre los planes del Gobierno respecto a la llamada «desjudicialización» que fue pactada con ERC en la mesa de diálogo celebrada en verano.
Así lo han señalado fuentes de Moncloa que descartan que el Ejecutivo vaya a entrar al choque ni a poner en cuestión las decisiones de Llarena ni de la Fiscalía a este respecto. Señalan además que el Gobierno no se va a entrometer en la interpretación que hacen los operadores jurídicos y que ha cumplido al aprobar la reforma.
Una vez que entró en vigor la reforma del Código Penal la semana pasada, Llarena emitió un auto en el que mantenía la pena de malversación agravada contra el expresidente catalán Carles Puigdemont — que conserva las penas del antiguo delito–, el delito de desobediencia y eliminaba la acusación por sedición, que desapareció del Código Penal tras la reforma.
MALVERSACIÓN AGRAVADA Por el contrario no incorporó al procesamiento el delito de desórdenes públicos agravados, que el Gobierno añadió a la legislación como sustituto de la sedición. Sin embargo, la Fiscalía ha solicitado este mismo martes al juez que también procese a Puigdemont y a los ex consejeros Toni Comín y Clara Ponsatí por este nuevo tipo penal.
A este respecto, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha mostrado su absoluto respeto por las decisiones de los tribunales y ha insistido en que una vez aprobada la reforma penal, los hechos que fueron constitutivos de delito durante el procès no se han despenalizado, «tal como mantenía el Gobierno», según ha defendido.
Además considera que ahora es «más viable que antes» que se pueda producir el regreso a España de los dirigentes independentistas huidos para que finalmente comparezcan ante la Justicia.
MÁS CERCA DE VOLVER A ESPAÑA En la habitual línea que mantiene le Gobierno, Rodríguez ha defendido que la situación actual en Cataluña es mejor que la del pasado y que «gracias a las decisiones valientes» que a su juicio ha adoptado el Gobierno de Sánchez se ha logrado reconducir una de las situaciones «más complicadas» por las que ha pasado la democracia española en los últimos años, según la ha calificado.
Finalmente ha indicado que ahora Cataluña mira «al futuro» y eso se visualiza con la celebración en Barcelona, esta misma semana, de la cumbre hispano francesa en la que participarán los presidentes Sánchez y Emmanuel Macron en la que se hablará del futuro de la energía de Europa.
Asimismo ha indicado que la situación en Cataluña a día de hoy seria muy distinta si persistieran los problemas del pasado, algo que a su juicio ya no ocurre. «Afortunadamente esos problemas hoy ya no están», ha manifestado.
Fuente: (EUROPA PRESS)