El primer ministro del Gobierno de Trípoli, Abdul Hamid Dbeibé, firmó el martes dos acuerdos con el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, con el objetivo de mejorar las relaciones militares existentes entre Turquía y Libia.
Dentro del alcance del firmado «Protocolo de entrenamiento de vuelo entre Turquía y el Gobierno de Unidad Nacional de Libia», se pretende que las Fuerzas Armadas turcas contribuyan al entrenamiento de los pilotos libios, tal y como ha informado este miércoles el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Dbeibé, que ha acudido a Estambul para asistir a una demostración del poder militar turco, ya firmó con el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, en octubre una serie de acuerdos para la exploración de hidrocarburos en el Mediterráneo para profundizar la relación entre ambos países.
Este pacto de octubre, al igual que los acuerdos firmados el martes, está estrechamente vinculado con el acuerdo de reconocimiento de fronteras marítimas y aguas territoriales firmado en 2019 a costa de las aguas que corresponderían a Grecia. Entonces también se firmaron convenios de colaboración militar.
Turquía autorizó por primera vez el envío de tropas a Libia en enero de 2020 para apoyar al Gobierno de unidad, entonces liderado por Fayez Serraj, ante la ofensiva militar contra la capital, Trípoli, por parte de las fuerzas del general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este del país.
La intervención turca permitió a las autoridades reconocidas internacionalmente repeler la ofensiva de Haftar –respaldado por Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Rusia–, lo que derivó en un alto el fuego y un acuerdo para la unificación de las instituciones bajo la égida de Dbeibé.
Sin embargo, el aplazamiento de los comicios de diciembre elevó nuevamente las tensiones y llevó a la Cámara de Representantes –con sede en el este del país– a dar por finalizado el mandato de Dbeibé y nombrar a Fazi Bashaga como primer ministro, algo no reconocido internacionalmente.
Desde entonces, Dbeibé se ha negado a entregar el poder y el intento de Bashaga de entrar en Trípoli derivó en enfrentamientos entre milicias alineadas con cada una de las partes, lo que hace temer que el país africano pueda verse envuelto nuevamente en un conflicto armado.
Bashaga ha intentado tomar el control de Trípoli hasta en dos ocasiones — el 22 de julio, los enfrentamientos dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos — antes de renunciar para evitar una lucha armada en firme. Ahora mismo su gobierno tiene su sede en la ciudad de Sirte, pero el primer ministro del este del país amenaza con llevar a cabo una ofensiva definitiva contra la capital.