Las autoridades de Estados Unidos han anunciado este miércoles la imposición de sanciones contra una decena de altos cargos iraníes y varias entidades en respuesta a la «brutal represión» ejercida contra los manifestantes que protestan desde hace ya más de un mes y que se han saldado con cientos de muertos.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro ha indicado en un comunicado que ha impuesto sanciones contra otros diez altos cargos, entre los que se encuentran comandantes de la Guardia Revolucionaria, gobernadores y funcionarios de prisiones, entre otros.
Además, ha incluido a dos «actores de la Inteligencia iraní y dos entidades relacionadas con medidas para socavar la libertad digital». «Las acciones de hoy llegan 40 días después de que la joven de 22 años Masha Amini muriera bajo custodia policial tras ser detenida por incumplir el código de vestimenta islámico.
Estas sanciones llegan después de que el Gobierno estadounidense anunciara la semana pasada otro paquete de restricciones dirigido a varias organizaciones y altos cargos iraníes vinculados con la «violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos» iraníes.
«Estas medidas (…) muestran el compromiso de Estados Unidos a la hora de apoyar al pueblo iraní y sus intentos por lograr la justicia, así como su derecho a intercambiar información libremente, incluso a través de Internet», recoge el texto.
En este sentido, el secretario adjunto del Tesoro, Brian E. Nelson, ha matizado que los iraníes «siguen protestando valientemente ante la represión brutal y la falta de acceso a Internet» y ha incidido en la importancia de «lograr que se haga justicia».
La lista incluye ahora a los comandantes de la Guardia Revolucionaria Mohamad Kazemi y Abbas Nilforushán, al gobernador de Sistán y Baluchistán, Hosein Modarres Jiabani, a Ahmad Shafá, comandante de la unidad Salmán de la Guardia Revolucionaria, así como a Hedayat Farzadi, jefe de la prisión de Evin, entre otros.
BLINKEN TRASLADA SU COMPROMISO CON EL PUEBLO IRANÍ Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha recordado la muerte de Amini y ha trasladado sus mejores deseos a sus familiares, al tiempo que ha hecho hincapié en el compromiso de Estados Unidos con el pueblo iraní.
«Hemos anunciado una acción conjunta entre los Departamentos de Estado y el Tesoro para imponer sanciones contra individuos y entidades, lo que pone de manifiesto el compromiso para usar todas las herramientas disponibles para hacer justicia», ha aseverado.
En este sentido, ha afirmado que se ha sancionado a altos cargos que «ostentan cargos de alto rango dentro del sistema penitenciario iraní» y ha señalado que las dos entidades sancionadas se han visto involucradas en actos de «censura, vigilancia y actividad cibernética maliciosa contra el pueblo».
Estas son la Academia Ravin, un instituto especializado en ciberseguridad acusado de «entrenar hackers» encargados de «hacer caer las redes de comunicación de aquellos que protestan contra el régimen», y la empresa Samane GostarSahab Pardaz, a la que Blinken ha acusado de «trabajar para el Gobierno iraní en labores de vigilancia» y «limitar el acceso a redes sociales».
«Estados Unidos se ha comprometido a trabajar para impulsar la justicia y hacer frente a la violación de Derechos Humanos y los abusos en Irán. Seguiremos hallando formas de apoyar al pueblo iraní a medida que protesta pacíficamente para defender sus derechos y libertades fundamentales», ha recalcado antes de incidir en que «seguirán imponiendo medidas sobre individuos y entidades en Irán que se vean implicadas en actos de represión».