Michelle Bolsonaro ha negado que su esposo, el expresidente Jair Bolsonaro, no haya vuelto a Brasil al igual que ella por temor a posibles medidas en su contra por los ataques golpistas del 8 de enero y ha asegurado que «no es el quien tiene que tener miedo a ser detenido».
La que fuera primera dama de Brasil ha acudido al Congreso de Brasil este miércoles para presenciar la toma de posesión de los diputados y senadores afines a Bolsonaro, del que ha dicho que está en Estados Unidos «descansando», tras conocerse que ha solicitado una visa de seis meses para seguir en ese país.
Michelle regresó sola a Brasil la semana pasada, mientras se especulaba sobre el regreso o no de un Bolsonaro que días atrás aseguró que adelantaría su vuelta al país para ser tratado de los dolores abdominales que sufrió mientras estabas en Estados Unidos, una dolencia que arrastra desde que fue apuñalado en 2018.
Sin embargo, hace unos días se ha anunciado sus intenciones de permanecer en Estados Unidos al menos durante los próximos meses, en los que ha prometido seguir haciendo política, pero desde la distancia. Mientras tanto, continúan las investigaciones por los ataques golpistas y no se descarta que pueda ser implicado legalmente, lo que frustraría su candidatura a las elecciones de 2026.
Precisamente, la figura de Michelle parece haber cobrado mayor relevancia dentro del Partido Liberal (PL), después del desgaste que está sufriendo Bolsonaro por lo ocurrido en la Explanada de los Ministerios, y el presidente de las siglas, Valdemar Costa Neto, ya especuló con la posibilidad de que ella pudiera ser candidata al Palacio del Planalto en 2026.
Unas teorías que han despertado los «celos» de un Bolsonaro que ya ha hecho llegar a Costa Neto la sensación de «desprestigio» que estas teorías habrían provocado en él, según fuentes del PL consultadas por el diario ‘O Globo’.
Fuente: (EUROPA PRESS)
